viernes, 6 de noviembre de 2009

Olvídate del coche por una noche

Facilitar a los invitados el traslado si la boda va a tener lugar fuera de la ciudad es fundamental. Por un lado el ya famoso mapita en el que explicamos cómo llegar a la ceremonia y recepción. Por otro el transporte. No lo veas como un gasto extra, ni te plantees si entra o no en presupuesto, es un gasto absolutamente necesario y decisivo para que tus invitados disfruten relajadamente de la fiesta sin las preocupaciones del coche.

Fuente: yorkshireheritagebus.co.uk

Lo más común es alquilar autobuses. Debes tantear el número de invitados que utilizarán el transporte. Asegúrate de que la compañía te facilite al menos el teléfono móvil de uno de los conductores ya que, si hay algún contratiempo, un sábado no vas a poder llamar a la oficina.
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Fuente: coolcampervans.com

A la ida: Calcula el tiempo que se tarda en hacer el trayecto. Diseña una ruta de 2 o 3 paradas. Asigna entre tus invitados de confianza un responsable de autobús que se subirá en la primera parada, colocará el cartelito de la boda, se asegurará de que están todos los invitados y sabrá guiar al conductor correctamente al lugar del enlace (sí, increíble pero cierto, muchas veces el conductor no tiene ni idea de cómo llegar…).
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Si te casas en un lugar no acondicionado para estas celebraciones, no olvides estudiar dónde pueden aparcar los invitados y el lugar más idóneo para parar el autobús.
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A la vuelta: Acuerda con el conductor un horario de autobuses de vuelta. Fundamental guardar su teléfono por si necesitas cambiarlo o no aparece. Anuncia durante la fiesta la hora de salida del siguiente autobús, asegúrate de que el conductor hace las paradas pactadas (y no obligue a todos los invitados a bajarse en un mismo sitio), y prevé que en el último turno tal vez necesites más de un autobús.
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Transportes alternativos: No te ciñas sólo al uso del autobús. Si existen otras alternativas originales, utilízalas para el viaje de ida. ¿Ejemplos? En barco, en un tranvía estilo antiguo, en telesilla (¡si te casas en lo alto de una estación de esquí!), en limusinas (al más puro estilo Hollywood), coches de caballos, autobuses vintage, londinenses… Puede darle un toque ¿no? ¿Qué se te ocurre a ti?
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Fuente: Claire Orr

martes, 3 de noviembre de 2009

Discursos emotivos

Un discurso de un amigo, familiar e incluso de los novios siempre resulta entrañable. Por norma general nos gusta escucharlos, siempre y cuando sean amenos, con gracia y emocionen, pero a ninguno nos gusta tener que hacerlos… Sí, es un papelón, el miedo escénico, no resulta fácil saber qué decir… pero os aseguro que es un bonito regalo. Además, es una buena forma de mantener entretenido al personal y siempre ayuda a conocernos unos a otros.
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Fuente fotografía: weddingfavorreflectionsblog.com

En algunos países fuera de España los discursos en las bodas son bastante comunes. En concreto en Estados Unidos la dama de honor (Maid of Honor) y el padrino (Best Man) acostumbran a hacer un discurso con brindis incluido. En Francia en cambio, me ha explicado una amiga que durante la comida varios invitados se suelen animar a decir unas palabras.
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Fuente fotografías: wedding-speech.net y finessefotos.co.uk respectivamente.


El secreto de un buen discurso es saber emocionar, sí, soy conciente de que en estas situaciones al final todos dicen los mismo, pero ¿y qué más da? Normalmente se suele recordar alguna anécdota que haga reír y comprender a los asistentes lo importante que es para el orador ese enlace. Dicho esto, os animo también a hacer un discurso fuera de lo común siempre y cuando tengáis la certeza de que será del agrado de los anfitriones.
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Un buen momento puede ser durante la comida, o en los postres. También se puede hacer cuando finaliza la ceremonia, especialmente si esta es civil, ya que al durar tan poco tiempo se puede aprovechar para "rellenar el programa" con esta clase de cosas.
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Algunos discursos son una bonita sorpresa para los novios, otros son ellos los que piden a alguien cercano que diga unas palabras, y, en algunos casos, son los propios novios los que preparan unas palabras para su pareja o invitados. Aún recuerdo una boda en la que la novia, al finalizar el enlace religioso, subió al altar a decir públicamente lo feliz que estaba por tener una nueva familia a su lado después de los duros momentos que había vivido en el pasado. Os podéis imaginas las lágrimas de los presentes.
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Finalizo animándoos a preparar un discurso emotivo para la boda de una persona muy cercana, es un recuerdo para toda la vida.
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Fuente fotografía: 1weddingsource.com