-
Si tu boda va a seguir el protocolo tradicional a rajatabla y va a tener una estética acorde no dudes en enviar la clásica invitación: Papel hecho a mano, color beige tamaño DINA 3 doblado en 4, impreso con tinta oscura y metida en un sobre con cierre de pico y lacrado con las iniciales de los novios. Este es el ejemplo más clásico de invitación, a partir de ahí podemos ir haciendo pequeñas variaciones que darán como resultado una invitación clásica pero un poco más actual: cambiando el papel, o doblándolo en 2, imprimiéndolo con tintas de otro colores (verde, azul clarito…) o utilizando un sobre con forro de colores.
-
También podemos crear una invitación más informal e innovadora pero de aspecto clásico, formal y elegante decorándola con acuarelas de paisajes, casas, objetos… ideales para bodas más campestres. Puedes encargar a un pintor la estampa que mejor pegue con el evento, para mi gusto le da un aire muy personal y romántico a la invitación.
-

Si nuestra boda se va a salir de todo lo convencional o va a ser un evento temático, podemos decantarnos por una invitación más original: puedes añadir cualquier tipo de color, material, fotografías… lo que se te ocurra, pero recuerda que siempre debe de ir acorde con la fiesta. Mi recomendación es que si vas a hacer algo informal procura que sea exclusivo, y no un diseño ya predefinido.

Precioso trabajo de tgkdesigns.com
-
Si estás dudando entre un diseño y otro, no te preocupes, puedes encargar 2 tipos de invitación, una clásica para los mayores y otra más alegre para la gente joven.
-
Algunas veces me han preguntado sobre recursos para hacer uno mismo su propia invitación. Es verdad que sale más económico, pero por otro lado (o salvo que seas un auténtico artista) el diseño será sencillo y limitado, no podrás hacer grandes cosas. Si te decides a hacerlas tú misma, asegúrate de que el trabajo final es "digno".
-
Cuida tu elección, la invitación marca el comienzo del evento, y lo mejor es empezar con buen pie.
