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¿Ideas? Millones… Por muy pequeños e insignificantes que parezcan marcan la diferencia. Es verdad que son los detalles los que al final suponen más trabajo y esfuerzo, pero merecen la pena. Insisto en que si son personalizados mucho mejor, algo que tenga que ver con los novios, una temática concreta en el evento, alguna manualidad… todo vale.
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¿Dónde podemos poner esos pequeños detalles? ¡en todas partes! La mesa, las sillas, el guardarropía, el autobús, el parking, los baños, de decoración… ¡cualquier sitio vale!

Bonitas maneras de asignar las mesas a los comensales.
Un lugar donde los detalles más se aprecian es en la mesa. Imagina una mesa de restaurante: fría y sin personalidad. Pues bien, puedes llenarla de detalles: confeti, manteles, servilletas, bajoplatos originales, caminos de mesa, tarjetones artesanales de menú o de asignación de sitios… todo puede ser personalizado, haciendo de la mesa un lugar lleno de detalles que darán que hablar. Con los centros de mesa pasa lo mismo: las flores son bonitas, sin duda, y las velas también, pero no debemos tener miedo a probar cosas nuevas. Leí una vez en la revista ¡Hola! que en la fiesta de una conocida sudafricana utilizaron de centro de mesa peceras con peces dentro, increíble ¿verdad?
Originales centros de mesa. Estilos muy diferentes y todos bellísimos.
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Como siempre digo, cada evento es diferente y tiene su personalidad. No vale de nada coger ideas si no van con el estilo de la boda que estamos organizando, debemos crear los detalles con lo que tenemos alrededor, que nuestro pasado quede reflejado en nuestro presente.
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¡Os aseguro que el esfuerzo merece la pena!
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Fuente fotografías del artículo: brides.com
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